Muchas veces pienso como hubiese sido todo si yo no me hubiese mudado. Si siguiese en Valladolid. Es una auténtica pesadilla.
Doy gracias al destino por poneros en mi camino. En serio, no os podéis imaginar lo feliz que me hacéis. Sois la auténtica fórmula de mi sonrisa, una para todas y todas para una, como decían los mosqueteros, del escritor Alejandro Dumas, aunque ellos no se pueden comparar con nosotras, no de lejos. Todo es una sencilla ecuación química: L+J=I ¿Simple verdad? Si una falta, falta mi mitad, y como todo el mundo sabe, dos mitades hacen un todo, si falta una, todo se desmorona. Yo me desmorono. Mi mundo se desmorona.
Os necesito como a mi propia sangre.
~Ines~
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