Tienen razón cuando dicen eso de que ''nada es para siempre'' las personas cambian y las relaciones se agotan, pierden su color. También es cierto que el peor adiós es el que más duele, pero más duele aún recordarle a él. Más duele aún que la relación, caduque demasiado pronto. Y lo que más duele, es seguir amándole, a pesar de todo el daño. Pero no volveré a caer de nuevo. Porque, como cuando comes un yogur caducado, puede que me vuelva a sentar mal, muy mal.
~Ines~
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